Hago votos por que la anunciada reforma a la "reforma" de salud se haga realidad en el 2008. No hay dudas de que la "Deforma" del sistema bajo el rossellato ha sido desastrosa para el país, en más de un sentido. A la altura del siglo XXI, no es posible sostener que el derecho al cuidado de la salud deba estar supeditado a las consideraciones económicas que priman en el sector privado. Con todos sus defectos y limitaciones, el Estado es mejor garante de ese derecho que empresas privadas pendientes, forzosamente, de la rentabilidad. Es de esperar que esos grandes intereses luchen "como gato boca arriba" para no perder este gran "guiso."
El país tiene que reclamar el espacio para que se haga plena realidad aquella malograda sección 20 de nuestra Constitución - que por imposición congresional se nos negó - sobre los derechos humanos, incluido el de la salud. Al igual que el honor, al decir de Albizu, la salud no puede estar en el mercado a ningún precio. La conciencia social ha avanzado demasiado como para seguir permitiendo que los mercaderes del templo conculquen los derechos básicos del ser humano.
1 comentario:
Este tema tiene otras vertientes. Me atrevo a mencionar dos. Primero, con pocas excepciones, nunca se responsabilizó a todos los que se echaron grandes cantidades de dinero en el bolsillo con la venta de las instalaciones de salud gubernamentales. Ahí se movieron centenares de millones de dólares! Creo que a Misla Aldarondo fue al único que se le acusó, en relación al Hospital de Manatí.
Segundo,aparte de hablar del derecho a servicios adecuados de salud, hay que hablar del deber de cada uno a velar por su salud. Aquí el ciudadano promedio es muy deficiente en ese departamento. Comemos mal, no nos ejercitamos, no nos educamos sobre el particular, etc.
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