Dejo a un lado comentar la evidente incongruencia de gastar miles de dólares en una campaña, con ribetes de culto a la personalidad, para pedir un aumento salarial, por parte de la Asociación de Maestros. Me interesa ver la calidad de la expresión pública de estos maestros que han reclamado ser los artífices del progreso y la transformación de Puerto Rico.
Nos dice doña Aida - toda sonreída y bien peinada - que se ha logrado "un aumento preliminar." Pues, me parece que, en todo caso, será parcial, aunque, por lo dicho, luce como final, firme e inapelable. Pero, no conforme con esa imprecisión, la señora Presidenta nos comunica que ha quedado "en la expectativa del cumplimiento de mejores condiciones salariales y laborales." Maestra, usted querrá decir cumplimiento del ofrecimiento o de la promesa de mejores condiciones... Finalmente, esta educadora - que espero que no sea de español - insiste en que una nueva elección es necesaria "para que juntos podamos lograr las verdaderas metas de progreso que el magisterio merece y debe exigir." No queda claro si lo que el magisterio merece y debe exigir son las "metas de progreso" o el "lograr." Creo que la señora Díaz debió decir: "...juntos podamos exigir el progreso que el magisterio merece."
Por supuesto, uno sabe lo que la pobre señora quiere decir. En este país, de tan pobre expresión, hay que andar "traduciendo" lo que otros dicen, para suplir deficiencias e insuficiencias. Pero, la dirigente de los maestros - título que ella se niega a ceder, no importa cuántas elecciones sindicales pierda, y por eso quiere celebrar una cada tres meses - debe dar un mejor ejemplo. Un poco de menos publicidad personal, y más sustancia.
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