Me parece muy mala la idea de continuar aplazando el retiro obligatorio de los policías. Hace un par de años se legisló para fijar la edad en 58 años, y ya se propone aumentarla a 60 años. Con la excusa de que no se debe perder ese caudal de experiencia, se pretende encubrir la verdadera razón: dar más tiempo para que no se siga sobrecargando el Sistema de Retiro. Aunque ello sea comprensible, lo cierto es que la labor policiaca supone unas condiciones de desgaste emocional y físico que no son comparables con las de otros empleados públicos. Por ello, referirse a los jueces del Tribunal Supremo en este contexto es un argumento falaz. También lo es poner de ejemplo al Superintendente de la Policía.
No creo que a nuestra sociedad le convenga tener policías en la calle con más de 30 años de servicio. Ese número de años debe ser suficiente para que los agentes den lo mejor de sí. Mantenerlos en servicio activo por mucho tiempo más es un riesgo. La calle es dura y endurece. En época reciente, hemos visto ejemplos muy dramáticos de lo que puede pasar cuando se vive en "las entrañas del monstruo." Hay economías que resultan falsas. Esta es una de ellas.
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