Un par de amigos, tras bastidores, se ha comunicado conmigo para llamarme la atención por algo de lo que he dicho en este espacio. Supongo que, por afecto, no han querido hacerme quedar mal o regañarme delante de los demás. Creí que me conocían mejor: no me molesta la discrepancia, ni privada ni pública.
El primero me señala que "a cabalidad" no cuenta con la aceptación de la RAE; que debe decirse "cabalmente", "de manera cabal" o algo por el estilo. Tiene razón. Mi amigo, cuya honradez intelectual es una de las cualidades que lo distinguen, se adelanta a decirme que el uso de "a cabalidad" está tan extendido que la Academia acabará por aceptarlo. De hecho, Google registra 387,000 instancias de su uso, incluidas muchas de gran formalidad en documentos jurídicos u oficiales de otro tenor.
El segundo amigo me dice que soy muy duro en mis críticas y juicios sobre los extravíos en los asuntos del idioma, y añade que la Academia tiene razón en aceptar ciertos vocablos, basados en su uso general. Mi respuesta es que "a grandes males, grandes remedios", y el deterioro en nuestra expresión escrita y oral es galopante, por lo que siento la necesidad de condenarlo con mucha fuerza. Entiendo lo del uso, pero creo que no se puede ser muy condescendiente con eso, pues podría llevarnos a aceptar antipasado y dispués.
A ellos dos, y al resto de los que leen este espacio, los invito a que participen de este diálogo sobre la escritura y el Derecho.
Y, sí, que pasen una Feliz Navidad.
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