La información periodística sobre los escalamientos y los robos domiciliarios es algo imprecisa e incorrecta. De entrada, hay que aclarar que el escalamiento se configura con la mera entrada a una propiedad con la intención de cometer cualquier delito de apropiación ilegal o cualquier delito grave. De manera que lo fundamental es el propósito con el que se penetra a la propiedad, no si la víctima es o no es consciente de la presencia del escalador. Igual falta de precisión conceptual hay en lo que se dice acerca del robo. El Código Penal no crea una categoría específica para el que ocurre en un domicilio; en todo caso, se trata de un agravante, al igual que en el caso del escalamiento, pues ello supone un mayor riesgo de daño a los ocupantes. Por otro lado, aunque, normalmente, el robo se realiza con intimidación o violencia, también es posible que ocurra con la sustracción del bien de la persona de la víctima o en su inmediata presencia, porque ello aumenta el riesgo de causar daño a la persona.
Es importante que la prensa informe correctamente acerca de estas cosas, para que los ciudadanos no se confundan y tengan expectativas equivocadas sobre casos que les ocurran y los resultados de la investigación, el encausamiento y la adjudicación de los imputados de delito.
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