martes, 18 de enero de 2011

Velando las costumbres lingüísticas

Me llama la atención que se hable del velatorio del actor Miguel Ángel Álvarez, no porque sea incorrecto el término, sino porque no es lo usual en nuestro país. Por mis casi 61 años vividos en Puerto Rico en su totalidad, sé que los boricuas decimos velorio. El uso es tan nuestro que Francisco Oller lo inmortalizó en su cuadro. Cierto es que, en su origen, se aplicó al acto de velar a un niño - como ocurre en el cuadro - , pero la realidad es que su uso se extendió a velar a los muertos adultos. El velatorio es también el lugar donde se vela al difunto.

No es que me parezca intrínsecamente mal que usemos otras voces para nombrar las cosas, pero creo que debemos ser fieles a nuestras costumbres y tradiciones, sin adoptar las foráneas para parecer cosmopolitas o como una pose intelectual.

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