La «justicia» en Estados Unidos es muy selectiva. De todos es sabido que los negros «se las ven negras» cuando son objeto de intervenciones policiacas o procesados en un tribunal. Otro ejemplo de ese pick and choose jurídico es el que se manifiesta en estos días con el enjuiciamiento de Luis Posada Carriles, conocido terrorista anticastrista que durante mucho tiempo campeó por sus respetos desde territorio norteamericano, con el beneplácito del gobierno de Washington. Ahora, para lavarse la cara, los americanos lo han encausado por unos hechos ocurridos en 2005, relacionados con declaraciones falsas y fraude inmigratorio, pero del terrorismo del que justamente lo acusan Cuba y Venezuela, nada.
Resulta evidente la renuencia de Estados Unidos a procesar a Posada Carriles por los delitos verdaderamente graves que se le imputan y, en vez, eligen hacerlo por «violaciones técnicas» a las leyes de inmigración. Por supuesto, todos estos años, él les ha hecho el dirty work contra sus enemigos, y a sus 82 años, ya no le sirve al imperio, así que salen de él, pero sin lastimarlo mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario