domingo, 2 de enero de 2011

Para no «descarrilarnos»

Termina un año y comienza otro, y seguimos con los mismos problemas de redacción. En un editorial de prensa acerca de los esfuerzos para terminar la huelga universitaria, se hace referencia a éstos como «...a los que se debe dar cercano seguimiento para que no se descarrile la ruta emprendida.» Pues, creo que lo que se ha descarrilado es la corriente de pensamiento del editorialista. Como sabemos, la ruta es el camino que se toma para llegar a un sitio. Si se quiere usar el verbo «descarrilar» - que se aplica, literalmente, al movimiento de un tren - en sentido figurado, entonces no es posible decir que lo que se descarrila es la ruta, sino aquéllo con lo que se compara al tren; en este caso, los esfuerzos por solucionar el problema de la huelga. Otra forma de referirse correctamente a este asunto sería decir «para que no se pierda el rumbo tomado».

En fin, como he dicho tantas veces, hay que escribir a conciencia, pensando en las metáforas, símiles y otras imágenes que deseamos emplear, y usar elementos que sean congruentes con la idea central.

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