Las sorpresas no cesan. El recorrido por el diccionario revela innumerables vocablos extrañísimos pero correctos. Confieso que jamás se me habría ocurrido que pueda decirse defendedero y defendedor, pues parecen obra de un hablante de otro idioma que incursiona en el nuestro.
Por razones distintas, debelación y debelar me habrían parecido incorrectas. Pero, lejos de ser una confusión de b por v, sucede que ambos términos se refieren al triunfo militar por las armas.
Y si de hablar de cosas derechas se trata, ahí está la voz derechero, que tanto cabe usarla en el contexto de la justicia como en relación con algo más pedestre, como una senda.
Finalmente, en esta época en que delete es parte de la lingua franca cibernética, encontramos deleto que, aunque en desuso, también significa quitado o borrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario