Todos hemos conocido hombres cuyo tono de voz es parecido al de una mujer, con lo que ello tiene de mortificación para el hablante y hasta de equívoco, cuando se habla por teléfono en ciertas circunstancias. Lo que estoy seguro no es muy conocido es que existe una palabra para describir a esos hombres de voz afeminada: palabrimujer, que parece una broma pero no lo es.
Por otro lado, siempre he supuesto que la caída del pelo tampoco es broma. Hombres y mujeres hacen lo indecible por evitarlo, disimularlo y corregirlo, pero que ello sea una pelonía -- con lo mucho que se parece a felonía -- me parece exagerado, pues lo eleva a la categoría de delito, cuando la calvicie es suficiente castigo.
Por último, yo creía que pipiolo era un puertorriqueñismo, que describe a los adeptos al Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) como yo, pero me equivoco. Supongo que quienes no nos quieren bien estarán de acuerdo con la definición de «principiante, novato e inexperto», nada de lo cual nos define como participantes de la vida política de nuestro país.
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