No sé ustedes, pero gozo muchísimo con estas palabras un tanto alocadas que surgen a cada vuelto de página del diccionario. Porque que eso de dejar el trabajo y dedicarse al ocio sea ociar es una maravilla digna de figurar en cualquier texto de incredulidades o, al decir de mi amigo y socio, Hiram Sánchez Martínez, «inveracidades».
Por su parte, las feministas a ultranza -- que no hay de otras -- tienen que estar de plácemes con oficiala, que suena feísimo y disparatadísimo, pero significa «mujer que se ocupa o trabaja en un oficio» o en una oficina, algo que sorprende, pues uno pensaría que se trata del femenino de oficial militar, por ejemplo.
Y ¿qué les parecen olismear y olisquear, con el significado de husmear, curiosear?
Como para «olismearse» de la risa...
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