martes, 14 de febrero de 2012

¡Jesús, qué juzgaduría!

¡Qué muchas palabras inverosímiles y raras pero correctas! Algunas son muy útiles, y le dan cierto pique a la lengua. Por ejemplo, sobre toda esa gente beata que se la pasa mañana, tarde y noche mencionando a Jesús, ahí está el verbo jesusear, de sesgo crítico y, para algunos, hasta blasfemo.

Y hablando de exageraciones, si usted es de los que gustan de prendas de gran tamaño y dudosa elegancia, con toda seguridad, no compra una joya sino un joyón, aumentativo que parece un chiste pero no lo es.

Finalmente, ahora que los jueces están en la picota en nuestro país, su juzgaduría, es decir, su dignidad de juez queda impugnada y a resultas de investigaciones que no paran.

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