lunes, 9 de abril de 2012

Una mala costumbre

Hoy es uno de esos días en que tengo que combinar los dos temas de este espacio. La prensa destaca la ratería que se da en diversos lugares, como hoteles, oficinas y supermercados, y su impacto económico significativo. En parte de su información, se refiere a una encuesta ciudadana basada en la siguiente pregunta: «¿Crees que comerte un guineo mientras haces la compra es un acto de robo?».Pues, a pesar de que el 59.4% opinó que sí, están equivocados, por dos razones.

Primero, porque, si usted paga por lo que consumió, no hay delito alguno. Otra cosa es que no sea la mejor práctica, pues puede dar lugar a equívocos y crear otros problems de limpieza y de seguridad. Segundo, porque, en todo caso, no se trataría de un «robo», sino de una apropiación ilegal o, como se le llamaba antes, un hurto menor o ratería. El robo supone uso de la fuerza o la intimidación, así que, a menos que usted se vaya a poner violento para comerse el dichoso guineo, se trata de una pocavergüenza portoricensis...

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