No es cosa nueva, pero, de vez en cuando, surge públicamente y nos recuerda los absurdos de la colonia. Se quejan de la dificultad de conseguir personas que entiendan bien el inglés, para que sirvan como jurados en el tribunal de Estados Unidos en Puerto Rico. El asunto -- que a veces incluye a abogados que allí postulan -- ha dado lugar a chistes, pero es cosa seria, pues, como en este caso, le va la vida al acusado o, cuando menos, una larga condena. La cuestión es que no basta con saber algo de inglés, sino lo suficiente como para entender bien el lenguaje forense de los abogados, el juez y los testigos, sobre todo si son peritos.
Se ha planteado varias veces la falta de legitimidad procesal, de naturaleza constitucional, que resulta de este atropello y desaguisado. Pero, el imperio hace las cosas a su manera, y viola su propia Constitución cuando le resulta conveniente. Que los procedimientos en su tribunal en un país eminentemente hispanohablante sean en inglés es muestra de la intrasigencia de la metrópoli; una que le tiene sin cuidado si el resultado es injusto y contrario a toda noción de Derecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario