lunes, 2 de abril de 2012

Una atrocidad estadounidense

Resulta por lo menos esperanzador que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos haya decidido acoger el caso del argelino detenido en Guantánamo por Estados Unidos hace más de diez años, sin siquiera haberlo acusado. La violación a cualquier noción de derecho, equidad o justicia es tan flagrante que no hay forma de que una entidad independiente -- ya que los tribunales estadounidenses bochornosamente se han negado a asumir jurisdicción -- no acoja el caso. Tampoco debe haber modo de que se justifique esta atrocidad, que por más de una década ha perpetrado Estados Unidos de América, desoyendo los justos reclamos, incluso de sus sectores jurídicos más esclarecidos. De hecho, son entidades defensoras de derechos humanos en Estados Unidos quienes han tenido que demandar a su país por esta negación egregia de las normas más elementales de los principios generales del Derecho.

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