Veremos lo que finalmente «pare» la Asamblea Legislativa en otro Código Penal. El anterior apenas ha durado siete años, término exiguo para un cuerpo jurídico de esa naturaleza, aprobado después de mucho estudio y ponderación. Aquél, como fue obra del gobierno anterior y de otro partido, fue denostado desde el principio por el partido que ahora gobierna. Lo han ido modificando a retazos, hasta ahora, cuando se aprestan a aprobar uno completo.
Por lo que se ve, su seña de identidad es el endurecimiento de las penas, algo que resulta simpático, pero que no es del todo eficaz para atajar el crimen. Algo hay también de trastear la discreción del juez sentenciador, de manera muy acomodaticia a los intereses a los que sirve el gobierno de turno. Por ejemplo, se propone que haya discreción con respecto a la cancelación o suspensión de licencias profesionales o permisos para operar empresas, lo cual resultaría muy conveniente para los empresarios y profesionales que, en contubernio con el gobierno, saquean el erario.
Pero, hombre, no se puede esperar una joya jurídica de mentes grises, que en algunos casos también son parte de la corruptela partidista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario