Insisto en que la mejor práctica lingüística es usar las palabras cuya primera o segunda acepción corresponde al significado que se quiere. Hoy, la prensa nos informa: «Alertan que el plan piloto de[l] [Departamento de la] Familia es contrario a las reglas del PAN [Programa de Asistencia Nutricional]». No es necesario explicar los significados primordiales de «piloto», pero sí consignar que su sexta acepción es la de «experimental».
Y es que de eso se tratan todos esos « planes o programas pilotos»; de ser ensayos, experimentos o pruebas, voces que pueden y deben ser usadas en este contexto, evitando el uso invariable de la palabra «piloto». El PAN es para alimentar mejor a los pobres. Yo aquí pretendo ofrecer aunque sea una rebanada a los que padecen de pobreza de vocabulario.
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