Se investiga un fraude hipotecario de grandes proporciones, que no debe sorprendernos. El negocio de financiamiento hipotecario experimentó en años recientes un crecimiento extraordinario; parecía haber un banco u otra institución financiera hipotecaria en cada esquina. Algunos empresarios se enriquecieron en poco tiempo, y se crearon expectativas irreales de que el negocio de bienes raíces no tenía límites.
Por supuesto, la crisis económica mundial reventó por el mercado de propiedades; el nuestro, saturado de unidades de alto costo que no pueden ser adquiridas por una población desempleada y empobrecida, aun a sus niveles medios y altos. Ése ha sido el caldo de cultivo de las prácticas fraudulentas que involucra gran parte de la cadena hipotecaria e inmobiliaria. Cuando se conozcan sus nombres, se verá cuántos de ellos son señoronas y señorones de la sociedad, benefactores y filántropos...con el dinero ajeno.
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