Mal ubicados - en todos los sentidos - están los protestantes contra el derecho al aborto según reconocido en Roe v. Wade. El epígrafe del caso lo dice todo: el estado de derecho lo dictamina el Tribunal Supremo de Estados Unidos, y como se trata de un derecho fundamental, se aplica a Puerto Rico, estemos de acuerdo o en desacuerdo. Ésa , en nuestro caso, es la esencia del coloniaje.
Así que no es ante nuestro Tribunal Supremo ni la Legislatura de la que forma parte su hija que Raschke y sus borregos deben ir a balar, sino a la capital del imperio. Y a esas jovencitas que estudian en colegios católicos, alguien debe explicarles esto, al igual que un buen control de la natalidad, para cuando les falle su determinación de castidad y pureza.
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