Creo que el Comisionado de la Policía Municipal de San Juan tiene toda la razón del mundo al señalar que habla muy mal de nuestra gente la forma en que se ha reaccionado a la ordenanza que limita el expendio de bebidas alcohólicas y dispone el cierre de establecimientos durante las Fiestas de la calle San Sebastián. Hay muchos que rechazan todo tipo de limitación a su «derecho constitucional» a emborracharse y desordenar. Pero, que estemos en desacuerdo con muchas de las decisiones gubernamentales no significa que no debamos reconocer cuándo tienen razón en proteger razonablemente el orden público.
El país tiene que moderarse en el ejercicio de sus derechos ciudadanos de expresión y de reunión, los cuales - no lo olvidemos- siempre están sujetos a limitaciones en cuanto a hora, duración y lugar. El resistirse a la autoridad cuando ésta se ejerce razonablemente no es un ejercicio cívico legítimo.
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