martes, 29 de enero de 2008

Un abuso intolerable

Hay una tendencia en el país a intentar congraciarse con los jóvenes, adoptando su jerga y modismos, pues, supuestamente, de esa forma se ''llega" a ellos. Inspirados en esa cuestionable idea, se elaboran anuncios y campañas educativas, de orientación o prevención. El problema es que, buscando hacernos los simpáticos, caemos al nivel del disparate, la ignorancia y las malas costumbres lingüísticas. Prueba al canto: "Ser bully no brega" reza un titular en la parte del periódico dedicada a la educación. Primero, ¿es necesario el anglicismo para hablar del abusador en el ambiente escolar? Segundo, "no brega" es la forma en que esa juventud cada vez más tartamuda se refiere, de una manera algo difusa e imprecisa, a lo que no funciona.

Se me dirá que estas son cosas intrascendentes, que no tienen consecuencias, pero la experiencia demuestra que no es así. Si uno se acostumbra a expresarse de esta forma, difícilmente va a aprender a hacerlo adecuadamente. Da pena ver cómo a nuestros jóvenes se les hace imposible comunicar cualquier idea con fluidez y sin tropiezos de todas clases. El país, tan preocupado con el desarrollo y el progreso en todos los órdenes, no debe tolerar esta chabacanería, que tan mal habla de nuestra cultura de pueblo.

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