La intervención de Scotland Yard en la pesquisa del asesinato de Benazir Bhutto amerita un par de comentarios. En primer lugar, me parece una movida para desviar la atención de quien tiene que ser el principal sospechoso: el presidente Musharraf. Después de todo, ¿quién va a pensar que el culpable va a mandar a buscar a esos míticos sabuesos ingleses, poniendo en peligro su propio pellejo? Obviamente, ésa sería la conventional wisdom, como dirían en Londres. Pero, es el caso que ellos llegan a Pakistán varios días después de los hechos ocurridos en un espacio público cuya integridad como escena del crimen - de suyo dificilísima de preservar - ha quedado sustancialmente anulada, al ser limpiada. Por lo tanto, ni Sherlock Holmes va a poder hacer mucho en esta situación.
Lo otro es que ya el gobierno ha adjudicado - por lo menos, de manera general - la culpabilidad: the usual suspects del terrorismo, otra movida de Musharraf para distanciarse del asesinato. Mas, ni el más incompetente de los investigadores puede descartar al Presidente, pues éste tiene que ser el sospechoso principal de este crimen. Veremos hasta dónde llega este intento de "lavarle la cara" o, mejor dicho, las manos ensangrentadas.
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