jueves, 26 de enero de 2012

No seamos abandonistas

El idioma está lleno de palabras extrañas, que parecen disparates o invenciones humorísticas, pero no lo son. Porque, por ejemplo, ¿quién pensaría que existe el término abandonismo, significando la tendencia a abandonar sin lucha lo que es de uno o le corresponde? También es correcto abandonista, persona que participa de esa tendencia. Voces como éstas parecen sacadas de un guión cinematográfico del genial Cantinflas, pero ahí están para que las usemos oportunamente.

Por esto, insisto en que vayamos al diccionario con regularidad, para enterarnos de lo que es correcto y lo que no lo es. A partir de ello, es cosa de estilo o gusto personal utilizar un vocablo u otro. Lo importante es que no rechacemos incorrectamente una palabra que legítimamente podemos usar.

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