jueves, 5 de enero de 2012
«De mis soledades...»
Leyendo una revista de temas esotéricos, me tropiezo con la palabra eremita, que debo confesar desconocía. Del contexto, deduzco que es un sinónimo de ermitaño, pero la curiosidad me lleva al diccionario, y he allí la explicación. La raíz del término significa desierto, yermo, lugares preferidos por los ermitaños -- por lo menos, de la antigüedad -- para la contemplación, la meditación y el apartarse del «mundanal ruido» para un mejor contacto con la divinidad. Por supuesto que puede haber y hay ermitaños por otras razones de puro corte antisocial, a los que supongo no les estaría bien aplicada la voz «eremita».
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