Es justo reconocer los avances del Poder Judicial de Puerto Rico incorporando la tecnología a sus procesos y a su contacto con el público. En el renglón de «mayor acceso a la justicia», se anuncia a media página de prensa la «Publicación del Directorio de Abogados y Abogadas». Consecuente con una política adoptada hace algún tiempo, la judicatura usa este lenguaje «inclusivo», que, entendiendo su buena intención, resulta farragoso hasta el absurdo de mencionar ambos géneros constantemente. He dicho antes, y repito, que dudo mucho que las abogadas se sientan o se hayan sentido excluidas, cuando se habla de los «abogados». Tampoco creo que la gente piense que, cuando se usa el masculino, se excluye a las abogadas. En fin, se trata de una controversia que se ha creado artificiosamente para estar a tono con una pretendida sensibilidad hacia la mujer.
Tengo otras objeciones al anuncio. No debió decirse «profesión legal», sino abogacía, como efectivamente se dice en otra parte del anuncio. Tampoco debió decirse que el servicio es «libre de costo», sino gratis, y bastaba decir que estaba disponible en todo momento o siempre, en vez de «24 horas al día los siete días de la semana».
Pero, esto hubiera sido muy sencillo y quizá atentatorio contra la «majestad de la Ley»...
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