Dejando a un lado otras consideraciones, espero que la exgobernadora Sila Calderón se haya asesorado bien antes de dar el paso de denunciar al exgobernador Acevedo Vilá por «amenaza». Toda vez que AV--quien es abogado-- ha dicho públicamente que no tiene reparos en que ella haga público el contenido del mensaje que ella considera amenazante, ello parece indicar que no se configura ese delito.
Hay que distinguir entre el sentido coloquial y general de un término como «amenaza» y su significado en el contexto jurídico. Lo primero puede ser una advertencia, incluso enérgica, de una consecuencia, ante una acción de la persona advertida. Lo segundo es mucho más que eso: es «el anuncio de un mal futuro», concreto, sustancial y no a la mera inconveniencia de revelar algo que le resulte incómodo a una persona. Aunque está por verse este asunto en sus méritos, me temo que Calderón ha operado bajo el entendido general del concepto, pues dudo mucho que AV haya incurrido en un desliz semejante al de lo tipificado como delito.
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