En una resolución emitida hoy por el Tribunal Supremo de Puerto Rico, acerca de la extensión de términos, por motivo del paso de la tormenta «Irene», se lee: «Esta situación ha impedido a abogados y abogadas preparar sus escritos, recursos y otras comparecencias judiciales y la reproducción de los mismos para poder presentar éstos una vez se reanudaran las labores judiciales a través de toda la Isla». Evidentemente, el Supremo necesita un editor.
Ya sabíamos que el Tribunal cree que, si no menciona ambos géneros, las abogadas no se darán por aludidas o, en la alternativa, se sentirán excluidas y menospreciadas. De ahí que se adoptara hace tiempo la norma de mencionar ambos géneros de manera consecuente, aunque farragosa. En ese empecinamiento no hay remedio.
En lo que podría haberlo es en el uso de los recursos sencillos de la gramática. Por ejemplo, en vez de la forma «reproducción de los mismos», debió decirse «su reproducción». Igualmente, en lugar de decir «para poder presentar éstos», debió decirse «para poder presentarlos». Y por último, debió decirse «una vez se reanuden las labores judiciales». Como les digo a los estudiantes en mis conferencias sobre la redacción jurídica, la economía expresiva es un valor que conduce, incluso, a la economía procesal.
El Supremo debería tomar nota.
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