¡Hasta Naciones Unidas se ha dado cuenta de que se escribe demás! En estos días se ha visto obligada a adoptar una norma administrativa para limitar la extensión de sus informes y otros documentos. En una organización en que se producen tantos textos anualmente, el costo y el tiempo que ello supone se le han vuelto onerosos. Así que, en esta situación recesionaria por la que pasa el mundo, este foro global ha decidido poner límites entre 8,500 y 10,700 palabras, dependiendo de la importancia y naturaleza de los documentos. Con esto se resalta la importancia de la buena redacción, una de cuyas características es la economía expresiva. De manera que aquí termino, para ser consecuente conmigo mismo y seguir el buen ejemplo de la ONU.
Quedan advertidos los «babosos» de todo el mundo.
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