sábado, 11 de junio de 2011

Un salto en la lógica

Tal parece que, aun dentro de la escasez mental que prevalece en nuestra Asamblea Legislativa, algo hay de decencia y sentido común. La Cámara de Representantes le ha puesto un detente a la descabellada propuesta senatorial de aumentar el periodo probatorio general laboral de tres meses a dos años, medida que solo los rapaces miembros del sector privado favorecen. Repugna a la conciencia un servilismo tan asqueante a los grandes intereses económicos. Si fuera cierto que tres meses son insuficientes para decidir razonablemente si debe emplearse a una persona de manera permanente, lo lógico sería aumentarlo a seis meses, periodo que, definitivamente, debe ser suficiente para hacer dicha decisión. Lo que resulta a todas luces excesivo es el aumento de 21 meses, algo manifiestamente injusto con los empleados, sobre todo en una situación económica tan incierta como la que vivimos. Modificar tan drásticamente el periodo probatorio es contrario al principio sabio de que los derechos se deben afectar lo menos posible para lograr fines legítimos. En este caso, ni el fin es legítimo ni el medio es razonable.

1 comentario:

Jaime Riera Seivane dijo...

Alberto:

Lo que es más lamentable, a pesar de que el resultado fue "sabio", es que hayan considerado este absurdo jurídico.

Como bien dices, si la persona no sirve, en tres meses lo sabes y si tienes duda, pide una extensión.

Estas medidas absurdas, por no llamarla otra cosa, demuestran la calidad de nuestros legisladores.

Prefiero un País sin legisladores, en donde mucho de ellos sus títulos universitarios sólo sirven para decorar las paredes de sus oficinas.