sábado, 26 de marzo de 2011

Un «tribunal celestial»

Independientemente de que se enmiende la Ley de Violencia Doméstica para aclarar que cobija cualquier relación de pareja - incluso la adulterina - en lo que eso ocurre, si ocurre, el Ministerio Público debe ser más inteligente y acusar por los delitos de agresión en estos casos. La realidad de tener una mayoría extremadamente conservadora, matizada por fuertes creencias religiosas, en el Tribunal Supremo augura que todo caso en el que se plantee la conducta «pecaminosa» de una parte recibirá una decisión adversa para esa parte. Esos jueces, dirigidos por uno que es casi ministro del Evangelio, van a buscar todas las formas posibles de resolver «conforme a la Biblia». En última instancia, tienen el poder de declarar inconstitucional una ley que no les guste, por considerarla contraria a las enseñanzas de Jehová.  Empeñarse en seguir un curso procesal «antibíblico» mientras estén esos hermanos en la fe vestidos con togas es darse contra el Muro de los Lamentos.

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