He aquí una de esas noticias que me alegran el corazón. Una orden de monjas ha demandado a la Arquidiócesis de Boston para que se le entregue un informe completo y detallado del manejo del fondo de pensiones - no de ellas, sino de los empleados laicos - o que se declare que la orden no ha sido parte de dicho fondo. Las monjas alegan que la demanda ha sido el último recurso, pues la Arquidiócesis no les respondía. Obviamente, las monjas creen que no se ha sido «muy católico que digamos» con esos fondos.
Pienso que la renuencia de la Arquidiócesis puede deberse a que hayan tomado esos fondos para pagar las múltiples demandas por abuso sexual contra niños y adolescentes presentadas en época reciente. En el caso de Boston, la Iglesia Católica ha tenido que hacer cuantiosos desembolsos por este concepto, así que no dudo que los curas hayan metido la mano en la alcancía de las monjitas...
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