miércoles, 23 de marzo de 2011

Algo digno de contar

En esta época de rendir la declaración de ingresos tributables, surge nuevamente el uso incorrecto de la palabra contable para referirse al profesional que prepara las planillas. Hace poco, conversaba por teléfono con una amiga, a quien le pedí que hablara con su contador para que preparara el formulario correspondiente para informar de unos pagos que se me habían hecho por servicios rendidos. Ella me interrumpió para corregirme, diciéndome que hablaría con su «contable». Entonces me vi obligado a corregirla, señalándole que el título de estos profesionales es contador público autorizado. A ello, me dijo que lo que ocurría era que a ella eso de «contador» le sonaba al aparato que registra el consumo del agua o la energía eléctrica. Enmudecí.

La anécdota tiene un final feliz. Pocos días después, me reuní con mi amiga, y esta vez me habló de la gestión que había hecho con su «contador»...

1 comentario:

Jaime Riera Seivane dijo...

Alberto:

Tus anécdotas son el bálsamo que alegra mis noches cuando Puri está en Ponce. Si no fueran por ellas, el aburrimiento y descontento con las instituciones del País me sumarían a la depresión.