sábado, 13 de noviembre de 2010

A pie firme

En este clima general de prohibiciones y represiones que vive el país, debemos hacer distinciones entre lo que es  arbitrario y caprichoso y lo que es razonable.  Someter a referendum el derecho a manifestarse en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico no es solamente inconstitucional sino descabellado, por lo impráctico e inmanejable.  Sólo a un gobierno fascista como el que padece nuestro país se le ocurre una cosa como ésta.  Por supuesto, lo de la inconstitucionalidad ya tiene asegurado un sonoro «no ha lugar» en un Tribunal Supremo dominado por el partido de gobierno.

Por otro lado, me parece meritoria la prohibición de patinetas en el Recinto, pues se trata de un aparato que, distinto de las bicicletas o teresinas, puede usarse - y se usa - para transitar por sitios y de forma que pone en riesgo la seguridad de peatones o transeúntes.  La experiencia indica que quienes corren patinetas son aficionados a ejecutar ciertos giros, movimientos y piruetas para lucir sus habilidades, algo que resulta inconveniente y peligroso en un ambiente densamente poblado como el de un campus universitario.

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