No sé si ha sido una inadvertencia, un desconocimiento o un mal entendido respeto por el texto entregado al periódico, pero en la esquela puesta por la familia de Miranda Marín se lee: «...sus yernas...». Dentro de la pena del momento, es una pena que el periódico no haya corregido semejante disparate. Como se sabe, el término para nombrar a los cónyuges de las hijas es yernos; no obstante, el de las esposas de los hijos es nueras.
Esta confusión es muestra del desconocimiento del español que progresivamente se manifiesta en éste, el «Viejo País" de Puerto Rico.
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