miércoles, 2 de junio de 2010

«Doctor» es palabra aguda.

En estos días, cuando ando entre doctores, haciéndome análisis y exámenes médicos propios de mi edad, noto que el personal de apoyo y los pacientes suelen decir Doctor Futriaco, anglicando el término, es decir, poniendo la fuerza de pronunciación en la primera sílaba. No entiendo por qué.

Me pregunto si esto es un rezago de aquellos tiempos en que todos vivíamos pendientes de las peripecias de los galenos más famosos del mundo: Doctor Kildare y Ben Casey, seguidos por Marcus Welby y el galanazo de Medical Center.


Sea como fuere, a los nuestros - feos o guapos - les debemos decir «Doctor».

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