La violencia doméstica cobra proporciones epidémicas, por lo cual deben tomarse todas las medidas posibles, congruentes con nuestro orden constitucional. Hay que poner el empeño máximo para que todos los componentes del sistema de justicia penal respondan de manera rápida y eficaz al menor asomo de malos tratos a las mujeres. El asunto no puede despacharse con las socorridas excusas de que no hay interés de proseguir con el caso por parte de la perjudicada.
En este sentido, resulta una buena inciativa adoptar el modelo superior de grillete electrónico que se usa en España, el cual le avisa directamente a la mujer de la cercanía impermisible de su agresor. La prioridad tiene que ser salvar vidas, y todo gasto hacia ese fin estará plenamente justificado.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo.
Saludos,
Sara.
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