Han sentenciado a un mes de cárcel al hombre que intentó llevarse 47 racimos de plátanos ajenos. Pues, me parece muy poco, habida cuenta del «agravante» imperdonable de haberlos cortado antes del tiempo para que estuvieran «hechos». Echar a perder la posibilidad de todos esos tostones y mofongos es un crimen que merece una pena de varios años de cárcel...a pan y agua.
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