martes, 1 de julio de 2008

No somos pendejos

Como es natural en los procesos judiciales, afloran contradicciones e incongruencias en los testimonios en el caso del joven que degollaron en Mayagüez hace algún tiempo. Nada raro hay en ello, pues el recuerdo sobre sucesos traumáticos suele ser impreciso. Siempre es ariesgado opinar a la distancia y sin tener contacto con la prueba, pero, de las versiones que recoge la prensa, me merece más credibilidad la de la gerente de Burger King. La de los cinco jóvenes tiene una falla fundamental: yo apostaría mis chavos a que el victimario no le dijo a la víctima "buen provecho, bobo malcriado." Tiene que haberle dicho pendejo, por lo menos. Lo de "bobo malcriado" me suena a un intento - bastante burdo, por cierto - de suavizar las cosas para que no se vea la provocación del acusado. Ni en la peor traducción o el peor subtítulo en el cine encontraríamos una expresión tan "rara" como la que se le adjudica al homicida en este caso.

Si así es que piensan crear la duda razonable...

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