Un juez federal de California ha decidido que, a pesar de que la atención a los veteranos por el post traumatic stress disorder no es todo lo que debiera ser, el tribunal no está capacitado para proveer un remedio. En gran medida, porque no hay un consenso en la comunidad médica acerca de cómo y por cuánto tiempo tratar a los que sufren de este mal que se caracteriza por el insomnio, las pesadillas y la ira, y porque habría que reformar todo el sistema de atención médica a los veteranos, una tarea que está fuera del alcance judicial.
Más allá de estas cuestiones, me parece que en todo esto hay un asunto de asunción de riesgo por parte de los soldados. A estas alturas de la Historia, es bien sabido que el estar en combate produce con frecuencia este tipo de condición emocional y mental. Por lo tanto, no puede ser una sorpresa para quien se alista voluntariamente y se va muy sonreído a matar gente que no le ha hecho nada que después no pueda dormir o tenga pesadillas y todo lo demás. Quien no se quiera arriesgar a una cosa así, se queda en su casa y no se presta para eso.
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