El Secretario de Justicia ha emitido una directriz que prohíbe la actividad político partidista por parte de los empleados de su Departamento. Se cita lo siguiente: "La objetividad y verticalidad de esta tan trascendental institución se tiene que extender hasta las filas de menor rango en su empleomanía." Loable propósito, término equivocado. El señor Secretario se refiere a su personal, palabra que, no sé por qué, ha caído en desuso. Empleomanía es "afán con que se codicia un empleo público retribuido." A menos que uno sea cubano, en cuyo caso, entonces es "conjunto de empleados..." Conozco al Secretario, y sé que no es cubano.
Esto de la empleomanía es una manía muy vieja en nuestro país. Es posible que, como en el gobierno siempre ha habido manía de emplear a mucha gente, para pagar favores políticos, de ahí venga la popularidad del término. Francamente, ésa sería una mejor definición que la que brinda el Diccionario de la Real Academia.
Hay que consignar también que "personal" pasó a mejor vida. Hace tiempo que vivimos en la era de los recursos humanos, una frase poco humana para referirse a las personas, pero perfectamente cónsona con esa visión impersonal de un mundo de líneas de ensamblaje y relojes ponchadores que prevalece en nuestro tiempo.
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