En este mundo de modas lingüísticas, hace tiempo que desfila en pasarela apoderamiento, palabra feísima y mal usada. El periódico de hoy nos dice: "Buscan apoderamiento por medio del conocimiento." La palabra "apoderamiento" existe, y significa "acción y efecto de apoderar o apoderarse." Pero, "apoderar" quiere decir dar poder, ya sea mediante el instrumento jurídico que conocemos, poner a alguien en posesión de algo, hacerse dueño o hacerse poderoso o fuerte. Nada de esto es lo que se quiere decir en el contexto aludido en la noticia. De lo que se trata casi siempre, en esta era de protagonismo de la sociedad civil, es de crear conciencia de los derechos que se tienen, de capacitar a la gente para que se haga cargo de las cosas, de orientarlos sobre sus posibilidades, etc.
Como suele ocurrirnos, la modita nos llega del Norte, donde se habla de empowerment a todas horas. Así que acá, los copiones del Caribe, la calcamos y la usamos como un comodín de nuestra habla cada vez más empobrecida. En estos días, cuando Clinton y Obama gritan en español "¡Sí, se puede!", yo también alzo mi voz para decir que se puede y se debe hablar mejor el español.
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