Se anuncia que, luego de dos años y medio, una empresa de financiamiento hipotecario ha finalizado el proceso de "recómputo" sobre su situación económica, con un saldo de cerca de $260 millones de diferencia. Al igual que otras empresas en situación similar, el problemita se atribuye a errores o problemas contables que no se explican bien o cuya explicación no se entiende. Lo que es incluso más difícil de comprender es cómo, con tanta pericia junta, una institución que se jacta de saber manejar el dinero ajeno pueda cometer errores tan garrafales.
Ciertamente, si tienen tantos problemas sumando y restando, yo no haría negocios con ellos.
La respuesta es que no se trata de errores contables na', sino de manejos para inflar artificialmente el valor de sus acciones. Cuando los cogen con las manos en la masa, entonces, esta gente, que se anuncian como magos de las finanzas, alegan que no se saben las tablas de multiplicar o que hay una especie de duendecillo suelto en sus oficinas trastocando las cuentas. Pero, curiosamente, los "errores contables" siempre son a su favor. También llama la atención la pasividad con la que las autoridades toman estos manejos fraudulentos. Una multita aquí o allá y, después, business as usual.
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