miércoles, 2 de julio de 2014
« ♪...todo es cuestión de medida...♪»
Pues, me parece que el proyecto de ley para aumentar la multa por conducir en estado de embriaguez, de acuerdo con la concentación de alcohol en la sangre, tiene mérito. Si bien lo ideal es no conducir luego de ingerir bebidas alcohólicas, lo cierto es que el principio de proporcionalidad -- de especial relevancia en el derecho penal -- aconseja que se gradúe la pena a la severidad de la conducta punible. Porque no es lo mismo estar algo pasadito de tragos que estar «ajumao». Lo primero permite guiar con más o menos pericia, según circunstancias del individuo; lo segundo lo incapacita totalmente. Entre estos extremos hay grados de indisposición que deben ser aquilatados y penados de manera correspondiente. Desde hace tiempo, la ciencia nos ha dado una medida muy útil para calcular esto, y el derecho penal debe aprovechar ese conocimiento para sancionar de una manera más racional esta conducta.
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