He dicho muchas veces que el afán de precisión es bueno, siempre que se respeten las definiciones y los entendidos generales acerca de las palabras. Cuando ello no ocurre, se dicen o escriben cosas risibles. Hoy, con motivo de la conmemoración de la falsamente llamada Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, se lee en la prensa una cita de la Casa Blanca sobre la libre asociación: «Un pacto de libre asociación establecería un acuerdo mutuo que reconocería que EE. UU. y Puerto Rico están estrechamente ligados de las maneras específicas que se detallan en el pacto».
Hombre, pero, si es un «pacto», ya se entiende que es un «acuerdo» y que este es «mutuo», pues, de lo contrario, no hay tal cosa, sino la imposición de una de las partes; en este caso, por supuesto, Estados Unidos. Dado el pasado y presente colonial de esta relación, se recalca el carácter bilateral de la nueva relación, pero se hace de una forma innecesaria, pues basta con decir que habrá un convenio, pacto o tratado entre ambos países, para que de ahí surja su naturaleza legítimamente bilateral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario