En el argot boxístico se emplea el término «contragolpe» para referirse a la táctica pugilística del boxeador que deja que su contrario tome la iniciativa en el ataque, para defenderse y golpearlo a su vez. Ese nunca fue el estilo de pelea de «Tito» Trinidad, quien siempre fue el atacante en el cuadrilátero. Pero, ahora, en su combate con el Banco Popular, ha tenido que responder a la acometida bancaria. Así consta en la nota de prensa titulada «Tito Trinidad contra demanda».
Al igual que la respuesta al golpe del contrario es el «contragolpe», la de la demanda, cuando incluye un «golpe» del demandado, es una «contrademanda» o reconvención, para los puristas del derecho procesal civil. Por supuesto, el titular dice verdad: «Tito» está en contra de la demanda que le ha presentado el Banco Popular, pero lo correcto es la palabra compuesta, como un one-two punch de los tiempos gloriosos de Trinidad.
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