Sigo con mi examen del vocabulario sociopolítico según los americanos. Hoy se me antoja que secreto es una palabra a la cual Estados Unidos le ha dado un contenido muy particular, designando con ella toda suerte de datos e información que le resulta inconveniente que se conozca. Gracias a gente como Assange, Snowden y Greenwald, cada día averiguamos más detalles de cómo el gobierno de ese país funciona a espaldas de sus ciudadanos y a despecho de los derechos de los extranjeros. Con el sello de secreto y «seguridad nacional» se vulneran las más elementales protecciones jurídicas dentro y fuera de Estados Unidos.
Y ya todo esto es un secreto a voces.
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