jueves, 29 de mayo de 2014

No hay que ser Sherlock Holmes

Se daba por descontado que el juez Acevedo Hernández tenía los días contados en la libre comunidad. Lo de «cero tolerancia» a la corrupción judicial suena bien como retórica, pero tiene que venir acompañado de una actitud verdaderamente firme ante el menor asomo de impropiedad. El Poder Judicial no se puede hacer de la vista larga ante indicios de que algo anda mal entre sus jueces. Ninguna denuncia ni ningún rumor se deben dejar de investigar; tampoco procede que se esgrima el fundamento de que no ha habido una querella formal para no hacerlo. Esas son excusas formalistas para no hacer nada y perpetuar el mito de la pureza judicial. El que busca encuentra, pero hay que querer buscar y saber buscar. Hay investigaciones que no quieren encontrar nada, y nada encuentran. Entonces, se muestran sorprendidos cuando otros encuentran.

Pero, más tarde que temprano, las cosas le revientan en la cara a quienes las han consentido por acción u omisión.  La confianza del pueblo hay que ganársela, siendo consecuente, diligente y contundente.

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