Claro que los americanos -- que suelen jactarse de haberlo inventado todo -- no han inventado la xenofobia, pero la practican muy bien, abierta o solapadamente. El debate interminable y la parálisis institucional sobre la reforma migratoria tienen de telón de fondo el «odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros», sobre todo si se trata de gente de piel oscura, añado yo. Porque si los del sur del Río Bravo fueran en su inmensa mayoría blancos de ojos claros, el asunto no se plantearía en "the land of the free and the home of the brave."
A los americanos les da asco el resto del mundo, el cual consideran inferior, maloliente y sucio. Ahora les da pánico saber que la proyección demográfica es que el país se les «oscurece» aceleradamente, con el crecimiento poblacional de los latinos. De ahí que haya que frenar su entrada.
Pronto, el desquicie nacional que los lleva a entrarse a tiros semanalmente, empezará a producir suicidios en masa de los americanos blancos, para no vivir en un país «ennegrecido».
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