El término vigilancia es neutro; si acaso, tiene generalmente connotaciones positivas, como en los contextos epidemiológicos, meteorológicos o policiacos. Pero, en el mundo después del 11 de septiembre de 2001, ahora sabemos que cubre y encubre la gama de espionajes e intervenciones desarrollada e implantada principalísimamente por Estados Unidos de América. Treinta años después de «1984», la profecía de Orwell se ha cumplido plenamente, no detrás de una «cortina de hierro» que no existe, sino en "the leader of the free world", dentro y fuera de sus fronteras.
A muchos no les gusta que se hable de estas cosas; incluso me acusan de estar «obsesionado» con el tema. Me declaro culpable. Mejor eso que callar ante estos atropellos, o solo rasgarme las vestiduras ante los crímenes de la izquierda. La propaganda americana -- omnipresente y de gran penetración -- necesita de contrapesos, ante la credulidad de los incautos y el silencio cómplice de otros.
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