Compartir Para alcanzar el infierno

En el curso básico de Humanidades de mis estudios de bachillerato, figuraba en el texto el tema de la arquitectura gótica de las grandes catedrales europeas, con su afán de inspirar para alcanzar el cielo que sus arcos en forma de ojiva expresaban. A partir de 1945, los americanos le han dado un significado siniestro a esa palabra, con la que ahora se conoce la parte anterior de los cohetes o proyectiles nucleares que Estados Unidos fue el primer país en desarrollar y es el mayor poseedor. Lo que una vez fue «punta de lanza» del anhelo celestial, hace siete décadas lo es de destrucción masiva, por obra y desgracia del imperio americano.